En un mundo marcado por el consumo y la búsqueda constante de bienes materiales, los conceptos de «consumo consciente y consumo responsable» han emergido como un faro de esperanza en la búsqueda de un futuro más sostenible y equitativo. 

En este artículo, exploraremos qué significan, por qué son importantes y cómo puedes contribuir a este cambio de paradigma a través del consumo consciente y el consumo responsable. 

Qué son el consumo responsable y consciente

Durante la última década, en la búsqueda de un cambio positivo para el medioambiente, han emergido diferentes términos que la sociedad utiliza para definir su forma de comprar.

Tanto el consumo responsable como el consciente tienen matices parecidos, ya que ambos términos buscan cambiar el paradigma del consumo masivo. El consumo responsable puede definirse como un enfoque en las decisiones de compra que minimicen el impacto negativo en el medioambiente y la sociedad, promoviendo prácticas éticas y sostenibles. 

En el caso del consumo consciente, puede definirse como la toma de decisiones de compra basadas en el conocimiento y consciencia de los productos que se están adquiriendo, incluyendo la consideración de factores sostenibles, pero centrándose más en la satisfacción personal y el bienestar en el momento presente.

Como comentábamos, se trata de términos parecidos en los que la diferencia está en que el consumo responsable está más ligado a la sostenibilidad y al medioambiente, mientras que el consumo consciente, aunque pueda abarcar la conciencia medioambiental, está más centrado en el beneficio del consumidor a nivel personal. 

El consumo responsable: sus tres principios

En este artículo, vamos a centrarnos en el consumo responsable que, además, es uno de los valores de ANOVO y forma parte  de nuestro compromiso como empresa. 

Antes de abordar las características del consumo responsable, debemos tener en cuenta que el acto de consumir no concluye en sí mismo, es decir, no termina con la  compra, si no que, en la mayoría de los casos, continúa después de esta con la generación de residuos. Se producen toneladas de residuos diariamente que no son sometidos a ningún proceso de tratamiento. 

Esta situación plantea la necesidad de desarrollar estrategias de reciclaje, ya que el depósito indiscriminado o la falta de clasificación de la basura, provoca la contaminación del entorno.

Un consumo responsable abarca tres formas de consumir: 

    1. Consumo ecológico: Se refiere a la elección y adquisición de productos y servicios que tienen un impacto ambiental positivo o reducido en comparación con alternativas similares. En esta forma de consumir, también se incluirían las 3Rs,  reducción, reutilización y reciclaje.
    2. Consumo ético: Es aquel que determina una forma de consumir que discierne entre las necesidades reales y las creadas por la publicidad. Con una mirada autocrítica se consigue reducir el consumo en cantidad, y con ello, el volumen de basura. 
    3. Consumo social: El consumo social es aquel que considera las relaciones sociales y las condiciones laborales bajo las cuales se ha fabricado un producto o se ha ofrecido un servicio. Puede abarcar iniciativas como el comercio justo, que busca eliminar intermediarios para conectar directamente a los productores con los consumidores finales, garantizando un pago equitativo por el trabajo realizado. Este enfoque implica pagar de manera justa tanto a los productores de regiones periféricas como a aquellos que operan localmente, al tiempo que impulsa alternativas de producción y colaboración social. El objetivo es promover un desarrollo equitativo y sostenible, donde se valoren las dimensiones sociales y económicas de manera justa.


consumo etico

10 características del consumo responsable 

Teniendo en cuenta estas tres formas de consumir, podemos determinar algunas características del consumo responsable:

  1. Conciencia y educación: Los consumidores responsables están informados sobre el impacto de sus decisiones de compra en el medioambiente, la sociedad y la economía. Se informan sobre temas como sostenibilidad, derechos laborales y ética empresarial.
  2. Reflexión y elección informada: Antes de comprar, los consumidores reflexionan sobre si el producto o servicio es necesario, considerando alternativas más sostenibles y éticas. Realizan investigaciones para tomar decisiones informadas.
  3. Priorización de la calidad sobre la cantidad: Se opta por productos y servicios de alta calidad y duraderos en lugar de acumular objetos de un solo uso o de baja calidad.
  4. Reducción de residuos: Los consumidores minimizan la generación de residuos al reciclar, reutilizar y reducir, evitando productos de un solo uso y el desperdicio.
  5. Consumo local y de temporada: Se favorece la compra de productos locales y de temporada, lo que reduce la huella de carbono asociada al transporte y respalda a la comunidad local.
  6. Apoyo a la ética empresarial: Los consumidores buscan empresas que operan de manera ética y transparente, respetando los derechos laborales y no llevando a cabo prácticas comerciales engañosas, y  evitan productos asociados con la explotación laboral o condiciones laborales injustas, favoreciendo los productos de comercio justo.
  7. Energía y recursos sostenibles: Los consumidores optan por fuentes de energía renovable y productos fabricados con materiales sostenibles, minimizando el uso de recursos naturales finitos. Consideran el impacto ambiental de sus elecciones de compra, apoyando productos y servicios que contribuyan a la conservación del medioambiente.
  8. Apoyo a Causas Sociales: Eligen marcas y productos que respaldan causas sociales o donan parte de sus ganancias a organizaciones benéficas.
  9. Promoción de la transparencia y rendición de cuentas: Demandan transparencia a las empresas y buscan información sobre sus prácticas y políticas.
  10. Compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): Los consumidores y empresas responsables, buscan alinear sus decisiones de compra con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, que abordan cuestiones globales como la pobreza, la igualdad de género y el cambio climático.

Desde ANOVO, contamos con una ética empresarial que contribuye activamente al desarrollo sostenible, con el consumo responsable entre nuestros objetivos. Además, nos encontramos alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas desde nuestra adhesión al Pacto Mundial de las Naciones Unidas, la mayor red de sostenibilidad empresarial en el mundo. 

Promovemos activamente la producción y el consumo responsables al alargar la vida útil de los productos tecnológicos disponibles en el mercado, al mismo tiempo que proporcionamos a las personas la información y los conocimientos necesarios para adoptar estilos de vida sostenibles en armonía con la naturaleza.

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